Una compañera me descubre en la parada del P11 y afirma: “¿Sigues escribiendo…? Yo lo hacía en el periódico Granma”, evocó el tiempo en pasado de sus años en ese diario; de cuando Fidel iba a escribir en las madrugadas, de su interés por la claridad de los textos. Sonreí. En ese tiempo trabajaba en Radio Reloj y esperaba las pruebas de galera de las intervenciones de Fidel para redactar una versión destinada a la radio.

Una labor de edición muy compleja si tenemos en cuenta las exigencias relacionadas con ese proceso editorial –para el cual fui seleccionada- que me obligaba a permanecer despierta durante la madrugada y regresar a casa a la siguiente mañana.

Así perpetuamos anécdotas de la vida de un periodista y como los noticieros no dejan de salir al aire; los periódicos llegan, en sus respectivas salidas, a los estanquillos y nadie tiene idea de cómo es la vida de los reporteros, redactores, editores, realizadores, conductores de programas y de los jefes…, porque un corresponsal puede -por cualquier circunstancia- no llevar la crónica; pero hasta ahora usted no ha visto a un locutor en un espacio noticioso decir: “Hoy no vino ningún periodista, no hay nada que informar”.

Y ahí es cuando el jefe tiene que ingeniárselas, hay un tiempo en pantalla. Y me refiero a los noticiarios televisivos porque fue donde más tiempo laboré. Un mundo mágico por las realizaciones en cadena, editores, sonidistas, camarógrafos, musicalizadores, custodios.

Un equipo donde se dispone de personas responsables del tiempo de cada reportaje, información, crónica, o comentario. Cuando usted termina tiene la sensación, por la energía consumida que ha despegado un avión. Por supuesto a veces nos pasamos del tiempo asignado y hay que argumentar al jefe; pues debe restárselo a otro compañero.

Una de esas personas a quien debíamos convencer en estos días se hizo viral en las redes. Caridad Bermúdez jubilada, y jefa del noticiario del Canal Habana, por cuyo trabajo fue reconocida en estos días de celebraciones del día de la prensa cubana (14 de marzo). Cary, rigurosa, afable, amiga.

Llegó a la televisión en 1965, tuvo diversos cargos, fundó los noticieros pioneril y juvenil y con excepción del premio José Martí (espero le sea concedido algún día) tiene reconocimientos como periodista y como jefa. Solo me resta ofrecerle mis disculpas; pues cuando intenté sacarle algunos de sus méritos dijo: “Ana lo único que he hecho es trabajar” ¡Y de qué manera Cary!

Ver además:

Otorgan distinción Félix Elmusa a profesionales de la prensa

QOSHE - Más allá de lo que encierra un premio - Ana Maura Carbó
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Más allá de lo que encierra un premio

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08.03.2024

Una compañera me descubre en la parada del P11 y afirma: “¿Sigues escribiendo…? Yo lo hacía en el periódico Granma”, evocó el tiempo en pasado de sus años en ese diario; de cuando Fidel iba a escribir en las madrugadas, de su interés por la claridad de los textos. Sonreí. En ese tiempo trabajaba en Radio Reloj y esperaba las pruebas de galera de las intervenciones de Fidel para redactar una versión destinada a la radio.

Una labor de edición muy compleja si tenemos en cuenta las exigencias relacionadas con ese proceso editorial –para el cual fui seleccionada- que me obligaba a permanecer despierta durante la madrugada y regresar a casa a la........

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