Una semana antes de la fecha del Día del Educador (22 de diciembre) las observé, mientras ensayaban una coreografía. Era la sorpresa para agasajar a los educadores, supe después. Pero ni siquiera tenía la menor idea de que me involucraran en aquel homenaje, en una de esas trampas con las cuales suelen atraparnos los niños en la evocación de nuestra propia infancia en los juegos.

De este modo diciembre adelantaba otra sorpresa de un adolescente: Anthony Pillo, del cual soy tutor en un círculo de interés de periodismo, que me interrogó acerca de mi comentario –publicado en esta página: Actuar sin indiferencia. Entonces su pregunta tenía mucho que ver con lo aprendido en los artículos de ADN para juristas que escribe su padre y colaborador de Tribuna, el abogado de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, Antonio Pillo Alonso.

No sé si ella, mi hija, pudo -aquella lejana noche- lograr conciliar el sueño. La imagen que la estremeció hacía referencia de otras realidades, en otras latitudes, capaces de sacudir el alma de una piedra. Le comenté que la fotografía la tomó una persona, en otro país, que tenía la intención de hacer pública aquel momento tan duro como el de un niño durmiendo en un banco de un parque.

Respondió con la ternura de la marea plena de interrogantes que no podré reconstruir sin pensar en los que fueron robados de su infancia (como la Operación Peter Pan, por ejemplo), alejados de sus verdaderos sueños que es soñar su propio futuro, lanzados a tan intempestiva marea de horrores generados por las diferencias sociales de naciones donde nacen obreros (esclavos), crecen sin expectativas de vida o les convierten en niños-soldados.
Me han preguntado cuándo salen en el periódico. Nuestro diario digital o su edición impresa. Comparto la imagen que, para ellas, vale todo lo escrito por nuestro José Martí en la Edad de Oro.

Pienso que disfrutamos el invaluable privilegio de construir una sociedad que impide que ningún niño carezca de protección estatal porque es abandonado a su suerte porque sería como el aleteo de una mariposa en el otro lado del universo: provoca el peor de todos los cataclismos conocidos: la destrucción de los valores que permiten al hombre tener conciencia de su verdadero destino.

Ver además:

¿Que cómo termino el año?

QOSHE - Temporada de mariposas - Raúl San Miguel
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Temporada de mariposas

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24.12.2023

Una semana antes de la fecha del Día del Educador (22 de diciembre) las observé, mientras ensayaban una coreografía. Era la sorpresa para agasajar a los educadores, supe después. Pero ni siquiera tenía la menor idea de que me involucraran en aquel homenaje, en una de esas trampas con las cuales suelen atraparnos los niños en la evocación de nuestra propia infancia en los juegos.

De este modo diciembre adelantaba otra sorpresa de un adolescente: Anthony Pillo, del cual soy tutor en un círculo de interés de periodismo, que me interrogó acerca de mi comentario –publicado........

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