Todos los que tenemos hijos adolescentes o trabajamos en el mundo del colegio tenemos siempre el fantasma del uso del celular en las aulas. Generalmente el argumento principal es la distracción en actividades no académicas en donde finalmente, así como lo han dicho incansablemente expertos educativos y médicos, no parece haber avances significativos en acordar prohibiciones y usos pedagógicos, salvo cuando aparecen estrictas normas gubernamentales para restringir su uso, lo que ha venido tomando mucha fuerza. Y eso que aun así, los padres especialmente, hacen caso omiso de las normas y las recomendaciones.

En Francia, el uso de celulares está prohibido para los estudiantes menores de 15 años desde 2018; Reino Unido e inclusive China funcionan con prohibiciones similares; la UNESCO ha recomendado la prohibición de celulares en las escuelas, señalando las distracciones y la interrupción del aprendizaje como las razones principales para estas medidas. Más recientemente, en Estados Unidos hay un acalorado debate pues el estado de la Florida ha implementado una prohibición de celulares en las aulas mientras se está en clase y que otros estados quieren seguir igualmente. Los políticos y académicos impulsan esta prohibición pues manifiestan incapacidad para poder competir con contendio tipo Netflix o TikTok, sumando al constante acoso, ansiedad y acceso a contenido dañino al que tienen acceso, todo lo cual va contra el desarrollo y rendimiento de los estudiantes en su edad escolar.

En Colombia, la situación es similar pero con características propias. Aunque existe ya una ley que regula el uso de dispositivos móviles en las instituciones educativas hasta noveno grado, cada institución debe determinar los horarios y lugares en los que se permitirá su uso. Según la ley, es responsabilidad compartida entre el Estado, los padres y las instituciones educativas. Desafortunadamente, esto no es del todo aplicable pues la triada no está de acuerdo. El estado no tiene dientes para exigirla; los padres manifiestan incapacidad de exigirle la norma a sus hijos o están en desacuerdo; los colegios quedan entre las tensiones de Estado, padres y estudiantes, donde además pierden una herramienta valiosa de aprendizaje.

Aunque la restricción total del uso de celulares puede parecer beneficiosa, expertos en educación advierten sobre la necesidad de un equilibrio, integrando de manera efectiva su uso en la enseñanza y fomentando la autoregulación y la alfabetización digital. La prohibición estricta no necesariamente aborda problemas subyacentes mencionados anteriormente. ¿Tienen una línea clara con sus hijos adolescentes?

QOSHE - El celular: Entre prohibiciones y pedagogía - Óscar Rey Vesga
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El celular: Entre prohibiciones y pedagogía

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26.04.2024

Todos los que tenemos hijos adolescentes o trabajamos en el mundo del colegio tenemos siempre el fantasma del uso del celular en las aulas. Generalmente el argumento principal es la distracción en actividades no académicas en donde finalmente, así como lo han dicho incansablemente expertos educativos y médicos, no parece haber avances significativos en acordar prohibiciones y usos pedagógicos, salvo cuando aparecen estrictas normas gubernamentales para restringir su uso, lo que ha venido tomando mucha fuerza. Y eso que aun así, los padres especialmente, hacen caso omiso de las normas y las recomendaciones.

En Francia, el uso de celulares está........

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