Desde que tengo uso de razón, por formación y por familia, mi actitud ante los hechos y la realidad que me ha tocado vivir durante mis 80 años recién cumplidos, siempre ha sido estar “en modo optimista”. Es decir, apreciar y ver lo bueno de lo que vivo, lo positivo de las personas con quienes convivo, conozco e interactúo y, además, precisar el potencial de desarrollo del país y en especial de Santander y Bucaramanga.

Pero debo confesar en esta columna que, desde que llegó Gustavo Petro a la presidencia, pasé del “modo optimista” a vivir una etapa de incertidumbre y pesimismo, condición compartida con amigos, familiares y empresarios, al ver las propuestas, intervenciones, amenazas, mentiras y manifestaciones instigando la lucha de clases y la polarización, por parte del Presidente, adicionadas por las reformas a la salud, pensional y laboral, presentadas al Congreso de la República.

Si a lo expuesto le sumamos los problemas de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (los 40 carrotanques) y del hijo, los nombramientos de ineptos en cargos clave como el DNP, los indolentes gastos de la esposa y de la Vicepresidenta, nos lleva a ver oscuro el futuro.

Sin embargo, para fortuna de Colombia y nuestra, la Comisión Séptima del Senado de la República sacó la cara y 9 senadores, entre ellos dos de Santander, tuvieron la valentía y el desprendimiento de preferir la salud de los colombianos y no la mermelada, enfrentándose a Petro, para darle un entierro de tercera a la reforma a la salud, proyecto defendido a muerte por el gobierno. Van mis sinceras felicitaciones a los valientes senadores que se atrevieron a firmar la ponencia negativa, especialmente a los santandereanos Miguel Ángel Pinto y José Alfredo Marín.

Todavía falta el debate sobre la ponencia negativa y la intensa labor del gobierno ofreciendo “bandadas de pajaritos de oro” y, aunque algunas cosas pueden ocurrir, confiamos en que honrarán su firma y su palabra.

Los numerosos eventos ocurridos en los últimos días nos hacen volver al “modo optimista” y reconocer que los pesos y contrapesos definidos por nuestra Constitución, efectivamente protegen nuestras instituciones e impiden que un ególatra mitómano con ínfulas de emperador, quiera hacer lo que le venga en gana desde el poder.

Nuevamente felicitaciones para los valerosos senadores de la Comisión Séptima y, frente a las reformas pensional y laboral...QUEDAMOS EXPECTANTES.

QOSHE - Opinion En modo optimista - Alberto Montoya
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Opinion En modo optimista

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20.03.2024

Desde que tengo uso de razón, por formación y por familia, mi actitud ante los hechos y la realidad que me ha tocado vivir durante mis 80 años recién cumplidos, siempre ha sido estar “en modo optimista”. Es decir, apreciar y ver lo bueno de lo que vivo, lo positivo de las personas con quienes convivo, conozco e interactúo y, además, precisar el potencial de desarrollo del país y en especial de Santander y Bucaramanga.

Pero debo confesar en esta columna que, desde que llegó Gustavo Petro a la presidencia, pasé del “modo optimista” a vivir una etapa de incertidumbre y pesimismo, condición compartida........

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