Si sintetizáramos en términos futbolísticos el resultado del referendo de hace unos días en Ecuador podríamos hablar de un 9 a 2 para el presidente derechista Daniel Noboa. Como ha ocurrido con gobernantes anteriores en ese país, Noboa convocó una consulta popular para reforzar su legitimidad interna; aunque formalmente pretendía darle nuevas herramientas institucionales para enfrentar la crisis de seguridad que actualmente vive el que fuera, hasta hace pocos años, uno de los países más pacíficos de Latinoamérica.

Para lograr su objetivo y fortalecer su imagen de líder de mano dura de cara al referendo, Noboa ordenó la temeraria e ilegal invasión de la embajada mexicana en Quito, episodio que me recuerda el bombardeo sobre territorio ecuatoriano autorizado por Uribe en 2008 dirigido no solo a matar a Raúl Reyes, sino a reforzar la popularidad interna del expresidente.

Con la consulta del domingo el presidente, hijo de un poderoso empresario bananero, logró aprobar de 9 de las 11 preguntas puestas a consideración de los electores que en resumidas cuentas: aumentan las penas de delitos como el narcotráfico; autorizan la extradición de ciudadanos ecuatorianos y aumentan del rol de los militares en tareas de seguridad interna particularmente, en el control de penitenciarias y en la realización de patrullajes conjuntos con la policía; algo que hasta el momento solo se permitía de manera transitoria en el marco de estados de excepción.

No obstante, el presidente fue derrotado en las dos preguntas restantes: la referente a autorizar la contratación de trabajadores por horas y la que permitía el arbitraje internacional en el caso de convenios de inversión extrajera; dos temas en los que se concentró la oposición correista. La victoria de la oposición en estos dos puntos obstaculiza el programa económico neoliberal del presidente y le da oxígeno al correísmo en la Asamblea Legislativa, donde el ejecutivo deberá replantear su estrategia con los partidos. Esto último con la dificultad adicional, de su distanciamiento con el Movimiento Construye del asesinado excandidato presidencial Fernando Villavicencio.

Es evidente el respaldo de la ciudadanía ecuatoriana a la mano dura de Noboa que seguramente, buscará la reelección en febrero del año entrante. Sin embargo, esta por verse si estas políticas lograrán hacer lo que hasta el momento no han podido: pacificar al Ecuador o por el contrario, pondrán en riesgo el estado de derecho y los derechos humanos en ese país.

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Ganó la mano dura.

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25.04.2024

Si sintetizáramos en términos futbolísticos el resultado del referendo de hace unos días en Ecuador podríamos hablar de un 9 a 2 para el presidente derechista Daniel Noboa. Como ha ocurrido con gobernantes anteriores en ese país, Noboa convocó una consulta popular para reforzar su legitimidad interna; aunque formalmente pretendía darle nuevas herramientas institucionales para enfrentar la crisis de seguridad que actualmente vive el que fuera, hasta hace pocos años, uno de los países más pacíficos de Latinoamérica.

Para lograr su objetivo y fortalecer su imagen de líder de mano dura de cara al referendo, Noboa........

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