Los pésimos resultados del sistema educativo colombiano son abonados por el notable grado de deterioro del apoyo familiar a los estudiantes; en unos casos por física carencia de recursos, y, en otros, por el desinterés en el cumplimiento de los deberes paternos, los cuales derivan en adversas condiciones de tipo nutricional y emocional que multiplican los obstáculos para el correcto aprendizaje.

Los países con mejores calificaciones en las pruebas Pisa, además de destinar porcentajes significativos de su presupuesto al sector, han cambiado los métodos de enseñanza al privilegiar la comprensión sobre la memorística tradicional, y la profundización y el dominio del contenido de los textos sometidos a estudio de los alumnos sobre la extensión. De ninguna manera le asiste razón a la ministra de Educación al declarar que destinará un contingente de maestros, especialmente calificados, para que se ocupe de la mejor preparación de los jóvenes que presentarán este examen en la edición de 2025.

Como bien se ha dicho, los profesores no son los únicos responsables del precario rendimiento, pero sí parte fundamental. En Colombia hay 484 mil maestros que atienden los niveles primario, básico y medio; 66 % son mujeres y el 71 % corresponde al sector oficial. El 50 % obtuvo grado de licenciatura, y el 31 % cursó especialización o maestría. Es decir, en teoría, tienen formación académica aceptable. Según el Laboratorio de Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana, la mayoría de los estudiantes que elige ser profesor proviene de grupos poblacionales de bajo nivel socioeconómico, estudia en colegios públicos, alcanza mediocre puntuación en la prueba Saber 11 y repite esta calificación en Saber Pro, al culminar su preparación profesional.

La corrección de las deficiencias del profesorado en áreas básicas de su ejercicio pedagógico debe ser costeada por el Estado y precisaría partir de una juiciosa evaluación de las competencias y deficiencias de los docentes, a la cual se han venido oponiendo de manera sistemática las organizaciones sindicales que no han comprendido a cabalidad la necesidad de conocer las realidades para identificar soluciones.

Además, falta encontrar la fórmula que permita interesar a los jóvenes académicamente más sobresalientes para que decidan abrazar la noble profesión de ser maestros, como aliento insubstituible en el anhelo de mejorar el sistema educativo nacional.

QOSHE - El fracaso del sistema educativo II - Alvaro Beltran Pinzón
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El fracaso del sistema educativo II

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18.12.2023

Los pésimos resultados del sistema educativo colombiano son abonados por el notable grado de deterioro del apoyo familiar a los estudiantes; en unos casos por física carencia de recursos, y, en otros, por el desinterés en el cumplimiento de los deberes paternos, los cuales derivan en adversas condiciones de tipo nutricional y emocional que multiplican los obstáculos para el correcto aprendizaje.

Los países con mejores calificaciones en las pruebas Pisa, además de destinar porcentajes significativos de su presupuesto al sector, han cambiado los métodos de enseñanza al privilegiar la comprensión sobre la........

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