“Pienso en Jesús, que se acuerda de la lluvia en Galilea, del aroma de la carpintería y de algo que nunca vio en el cielo y de lo cual siente nostalgia: la bóveda estrellada”. La inmortalidad de Borges.

La bóveda estrellada fue lo que miraron los niños de la Fundación Bavilú, en Zapatoca, durante este estrellado y luminoso diciembre. La naturaleza y los niños deben estar en el centro del mundo, dice Joe Brever, mientras lucha en Barichara contra la tala de árboles y contra la codicia(esa “virtud” tan humana)que destruye a ese municipio. Pues en Zapatoca, en la Fundación Bavilú, el centro son los niños y por ello se les organizó un taller de Astronomía con el Dr. Juan Carlos Basto, que los llevó de la mano y con telescopio a contemplar el cielo infinito. Fueron 10 días encontrándose con Mercurio, Venus, la Luna, Marte, Júpiter el severo, Neptuno, Saturno y las infinitas estrellas. Madrugaban felices a ver a Venus y a Marte, que son visibles al amanecer, y por las noches se divertían buscando los anillos de Saturno.

Ernesto, un niño de 7 años de entre los 15 que asistieron al taller, con ojos llenos de asombro, dijo que estaba lleno de felicidad porque logró ver “una estrella “frugaz” y que “eran muy rápidas”. Carlitos, otro niño vio, los cráteres de la luna y gritó, “tiene huecos y vi un duende”. Patricia, llena de alegría sonreía y tampoco lo creía, al ver a Venus desplegándose en el amanecer del cielo de Zapatoca, la amada por el sol.

En el centro de la fundación están los niños y enseñarles a conocer el universo a través de las estrellas y los planetas es primordial. Somos (me considero también) ignorantes al mirar el cielo. El mundo antiguo se movía mirándolo, los navegantes y descubridores como Colón, Juan de la Cosa, Vasco de Gama, Américo Vespucio, Magallanes, lo hacían e interpretaban el universo. Esa sabiduría se perdió, el mundo moderno subestimó lo que los egipcios, los mayas, los incas hacían para navegar, para sus cosechas, sus cataclismos, para su futuro. Alejandro Magno al marchar miraba al cielo. Solo así avanzaba.

Bavilú es eso, mirar al mundo de otra manera y con otros conocimientos y narrativas. Miraron al cielo, ahora mirarán a la tierra con un taller (son gratuitos) de botánica. Lejos del poder se puede vivir y reconstruir un mundo ya agotado y punto en boca.

QOSHE - Opinion El asombrado cielo - Donaldo Ortiz Latorre
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Opinion El asombrado cielo

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08.01.2024

“Pienso en Jesús, que se acuerda de la lluvia en Galilea, del aroma de la carpintería y de algo que nunca vio en el cielo y de lo cual siente nostalgia: la bóveda estrellada”. La inmortalidad de Borges.

La bóveda estrellada fue lo que miraron los niños de la Fundación Bavilú, en Zapatoca, durante este estrellado y luminoso diciembre. La naturaleza y los niños deben estar en el centro del mundo, dice Joe Brever, mientras lucha en Barichara contra la tala de árboles y contra la codicia(esa “virtud” tan humana)que destruye a ese municipio. Pues en Zapatoca, en la Fundación........

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