Desde 2019 subió el predial sorpresivamente por un actualización catastral que realizó el Instituto Geográfico Agustín Codazzi a unos 107.500 predios de la ciudad (60 %) de entre los 180.000 registrados (otro regalo del exalcalde Cárdenas y de Hernández), incrementándose el valor en 150 %. Sin embargo, dicen, “hoy se aplicará con límites de 50 % de aumento tarifario”. El municipio da muchas facilidades, pero toca pagar ese incremento en sectores como Provenza, Cabecera, Mutis y la Concordia, donde la actualización catastral alcanzará a 100.000 predios.

Cómo no se va a preocupar la ciudadanía con este incremento que golpea a los bumangueses en esta época de crisis si además no se suele ver reflejado ese pago en la calidad de vida.

Se justifica que suba, pero no en un 100 %. En barrios como Provenza “no se han visto las obras, solo hay una entrada y una salida, hay problemas de inseguridad, microtráfico, movilidad, entonces dónde está la justificación del 100 % en el impuesto. Y ahora hay grupos que hacen vigilancia privada, paramilitares”, señaló una residente.

En algunos casos se incrementó el predial en un 60 % y un 70 % cuando el Gobierno Local habló de un aumento del 50 %. Familias, según Vanguardia pagaron en 2023 $620.000 pero este año pagarán $1.070.000. El cobro se elevó cerca de un 72 % con respecto a lo pagado en 2023. Pocas explicaciones en esta democracia para la ciudadanía.

Roberto Harker escribió algo que transcribo por estar de acuerdo con él y por lo claro de sus argumentos: “Esta semana, muy de mañanitas nos levantamos con la cuenta de cobro que le debemos a las arcas del nuevo burgomaestre por concepto de nuestras moradas; algunas, más que otras, conseguidas con el sudor de la frente. —señor alcalde, la platica es para el municipio por favor no se equivoque de bolsillo... Señor alcalde me conformo con más árboles.”

“Soñamos con una ciudad con avenidas arborizadas, majestuosas, una ciudad con una gama de verdes y que sirva de refugio y descanso. Con una ciudad segura y armoniosa... una ciudad que por sus calles transite plácidamente el rico y el pobre...que se preocupe por disponer de espacios para bibliotecas e incentive la creación de librerías y sitios de ciencia. Con una ciudad construida con sentido social y colectivo”

Una ciudad donde los niños puedan caminar felices.