Dentro de dos semanas, el primero de marzo, comienza en México –formalmente- la campaña electoral para definir quién gobernará en el siguiente sexenio, como suelen llamar allí a los períodos presidenciales, resaltándose que el próximo comienza el primero de octubre del presente año. Esta será, seguramente, la primera vez en que un país “de mero machos” será gobernado por una mujer pues las dos más opcionadas candidatas son Claudia Sheinbaum (de Morena, partido político de Amlo) y Xóchitl Gálvez (del PRI – PAN y PRD).

Ellas tienen más de una semejanza. Claudia Sheinbaum, tiene 61 años; Xóchtitl Gálvez, tiene 60. Ambas son ingenieras de la UNAM, defienden el medio ambiente y la reivindicación de las comunidades indígenas, pero proceden de entornos distintos y han hecho un camino de vida diferente.

Claudia Sheinbaum, licenciada en Física, se doctoró en ingeniería energética. Su padre, quimico de profesión, es judío, su madre es bióloga. Ellos fueron activistas del movimiento estudiantil de México de 1968, hecho social antiautoritario en pro de libertades políticas, en el que participaron masivamente estudiantes, profesores, intelectuales, profesionales, obreros, campesinos, etc. Tal movimiento fue fuertemente reprimido y el 2 de octubre de 1968, en una gigantesca manifestación realizada en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el ejército y la policía provocaron una matanza conocida como la “masacre de Tlatelolco”, ignorándose todavía cuantos muertos, heridos, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales, torturados, hubo. En 2018, 50 años después, el Estado mexicano reconoció que fue un “crimen de Estado”.

Claudia Sheinbaum, primera mexicana que obtuvo un doctorado en ingeniería energética, fue secretaria de Medio Ambiente de Ciudad de México y luego, jefe de gobierno (alcaldesa) de tal capital. Madre de dos hijos y abuela, anunció que pronto se casará en segundas núpcias.

Xóchitl Galvez, su oponente, es hija de un indígena otomí, su madre es mestiza; en su adolescencia vendió en el mercado y en las calles gelatinas para costear sus estudios; es ingeniera de computación de la UNAM, especializada en robótica e inteligencia artificial. Fundó una empresa de diseño de edificios inteligentes y creó una fundación que combate la desnutrición infantil. Es senadora de la República.

Una de las dos se sentará durante seis años en “la silla del águila” y gobernará a los “mero machos” mexicanos.