En la vida y muerte cotidiana de Colombia se presentan de manera continua varios conflictos sociales, culturales, ambientales y económicos derivados de la actividad del sector minero-energético que, aunque los leemos, vivimos y sufrimos (algunas veces dando la espalda a los líderes sociales), pasan desapercibidos y se resumen en un líder social asesinado, que eventualmente nos hace salir a marchar y rogar.

Tenemos conflictos ambientales por la explotación de minerales e hidrocarburos y los pasivos que genera. Extracción de oro, carbón o coltán generando contaminación, desplazamiento, deforestación, enfermedades, corrupción y violencia en la que muere un líder y nacen dos, se desplaza un pueblo y crece la ciudad informal.

Conflictos Sociales y Culturales por la diversidad y complejidad de los territorios colombianos con mapas de interés para inversionistas nacionales y extranjeros que, sin considerar las líneas históricas, importancia ecológica o ancestral o ignorando la vocación campesina y sus contextos de violencia milenaria, pasan y arrasan. Muere un líder… nacen dos.

Tenemos también Conflictos Económicos en los que las reformas normativas, dirigidas a fortalecer la explotación de minerales e hidrocarburos, benefician primordialmente a las empresas privadas o multinacionales, mientras otorgan paliativos a las comunidades, o entregan espejitos brillantes como tesoros, relegando a la ilegalidad o informalidad a las comunidades dedicadas a la minería ancestral o tradicional.

Es claro que el sector minero-energético aporta el 7% al PIB nacional; es claro que representa el 34% de la inversión extranjera directa y el 56% de las exportaciones, pero los conflictos ambientales y territoriales, entre otras problemáticas que no se exportan ni importan... se ignoran sistemáticamente hasta cuando muere un líder… y nacen dos.

Considerando que en lo corrido de 2024 ya son 44 líderes sociales los que han sido asesinados y que el 80% de las violaciones a los derechos humanos que ocurren en Colombia, se presentan en los municipios minero-petroleros, la Defensoría del Pueblo presentará próximamente el Informe Defensorial que aborda las realidades colombianas diversas y complejas, llenando una laguna importante en la comprensión de estos conflictos y cómo prevenirlos, gestionarlos y transformarlos.

Este informe aborda la diversidad de las actividades del sector, las problemáticas y los riesgos que se derivan de ellas, y sus efectos sobre los derechos humanos y las poblaciones vulnerables. Vamos a prevenir, gestionar y transformar los conflictos de manera efectiva.

El informe prioriza el análisis de tres territorios (La Guajira, Magdalena Medio y Chocó), pero la lección aprendida es para toda Colombia. Esperamos la presentación del informe que, para desgracia del tejido social, será un homenaje póstumo para Narciso Beleño, presidente de Fedeagromisbol y líder histórico de la Región de los Dos Ríos en el Sur de Bolívar. Muere un líder… nacen dos.