Para nadie es un secreto que después de año y medio de haber iniciado Petro el periodo presidencial, su gestión como tal ha sido pobrísima, lo cual nos confirma que él no sirve para gobernar. Su gestión recuerda más las cuestionables acciones de opositor, incitador de protestas y factor de polarización de la sociedad así como la obsesión de hacer discursos pomposos y pretender un liderazgo mundial de la paz, cuando la guerra se extiende como nunca antes en nuestro país.

La falta de comunicación con sus colaboradores ha hecho que cada cual se desempeñe a su antojo, pues no hay quién los oriente ni proponga el rumbo a seguir durante su mandato. Lo que sí tiene muy claro el presidente es que “su plan de gobierno no se ve reflejado en el Plan Nacional de Desarrollo”, motivo por el cual tuvo grandes desacuerdos con el Director de Planeación Nacional Jorge Iván González, quien no admitía que después de construir el Plan recorriendo todas las regiones ahora se le exigiera darle garrote a quienes no comulgaran con sus políticas, y prefirió renunciar.

Coincidió este ambiente tenso con una de las épocas climáticas más difíciles que haya vivido el país y mientras tanto el presidente Petro, presumiéndose adalid ambiental internacional, se hallaba en campaña en el Pacífico. Allí, como es su costumbre, inició sus discursos culpando a todos sus ministros de no haber cumplido las promesas que él mismo había hecho, continuando con el ofrecimiento, entre muchas otras cosas, de algo tan exótico como el canal interoceánico para unir el Pacífico con el Atlántico, obviamente como en todas sus ilusorias propuestas, sin proyecto alguno. Y cuando se enteró de que se le venían acusaciones de diversa índole y que lo requerían de todas partes para solucionar la tragedia ambiental que se vivía, en vez de hacer presencia inmediata y efectiva, la emprendió contra las instituciones, Fiscalía y Procuraduría, culpándolas de querer tumbarlo del poder.

Con este último argumento lanzó el más preocupante mensaje de campaña llamando a las bases, a sindicatos y a sus seguidores, a salir a las calles propiciando una confrontación civil que podría llegar, Dios no lo quiera, a una ruptura institucional.

Por: Cecilia Reyes de León - Fundación Participar

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Opinion En modo de campaña

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07.02.2024

Para nadie es un secreto que después de año y medio de haber iniciado Petro el periodo presidencial, su gestión como tal ha sido pobrísima, lo cual nos confirma que él no sirve para gobernar. Su gestión recuerda más las cuestionables acciones de opositor, incitador de protestas y factor de polarización de la sociedad así como la obsesión de hacer discursos pomposos y pretender un liderazgo mundial de la paz, cuando la guerra se extiende como nunca antes en nuestro país.

La falta de comunicación con sus colaboradores ha hecho que cada cual se desempeñe a su........

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