Volar ha sido un sueño del hombre desde la prehistoria. Ver a las aves emprender vuelo fue la inspiración para que muchos lo intentaran e incluso algunos murieran en el intento. No fue sino hasta comienzos del siglo pasado que este sueño se hizo realidad. Independientemente de si fueron los hermanos Wright en 1903 o Alberto Santos Dumont en 1906 quienes se pueden atribuir el primer vuelo controlado, a partir de esa década, el hombre logró desafiar la gravedad.

Sin entrar en una compleja explicación de la aerodinámica, existen dos principios físicos que determinan la capacidad para que una aeronave mantenga su velocidad en un vuelo nivelado: el empuje y la resistencia. El empuje consiste en la fuerza generada por los motores para que el avión avance y la resistencia es la fuerza en sentido contrario ejercida por el viento y la fuerza de la gravedad. Para que el avión avance, es importante que el empuje supere la resistencia; ese es el reto.

Así como en los aviones, los empresarios deben enfrentarse a múltiples fuerzas que le ejercen resistencia y le dificultan avanzar. Por fortuna, cuentan con un motor que le da el empuje para contrarrestar estas dificultades y avanzar en el cumplimiento de sus objetivos.

Hoy por hoy, hacer empresa no es una tarea fácil. La incertidumbre sobre factores como la estabilidad jurídica, las tasas de interés, las controversiales reformas estructurales en materia tributaria, pensional y de salud, entre otras, generan un ambiente muy complejo para quienes deciden asumir el riesgo de emprender, generar empleo y bienestar a sus grupos de interés. Y así como el empresario es el motor que le da el empuje a su empresa para despegar, es la empresa privada el motor que mueve un país para generar los recursos necesarios para desarrollar los territorios, construir capacidades que le permitan ser competitivo y asumir el costo de los derechos fundamentales y los servicios esenciales que requieren sus ciudadanos.

La humanidad persistió en alcanzar el sueño de volar y logró desarrollar los motores para vencer la resistencia y alzar el vuelo. Ahora es el turno de los empresarios. Debemos pasar la página de la insatisfacción con las decisiones del gobierno, las dificultades económicas y la incertidumbre sobre el futuro y desarrollar los motores con el empuje suficiente para romper esas barreras y gestionar al máximo nuestro potencial.

Por Hernán Clavijo

hernanclavijo@gmail.com

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Opinion Empuje y resistencia

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17.02.2024

Volar ha sido un sueño del hombre desde la prehistoria. Ver a las aves emprender vuelo fue la inspiración para que muchos lo intentaran e incluso algunos murieran en el intento. No fue sino hasta comienzos del siglo pasado que este sueño se hizo realidad. Independientemente de si fueron los hermanos Wright en 1903 o Alberto Santos Dumont en 1906 quienes se pueden atribuir el primer vuelo controlado, a partir de esa década, el hombre logró desafiar la gravedad.

Sin entrar en una compleja explicación de la aerodinámica, existen dos principios físicos que determinan la capacidad para que una aeronave........

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