Un meme, ese contenido digital que caricaturiza en una imagen un hecho o un personaje, resumió con acierto el desenlace de la situación tensa que se vivió al interior de la Universidad del Rosario, durante un par de semanas, que terminó con la renuncia de su rector. La publicación muestra el rostro de un joven, con expresión de sorpresa, acompañado de un texto que destaca el poder de los estudiantes y profesores quienes, sin lanzar una sola piedra, presionaron la salida del directivo.

La alusión está dirigida hacia el episodio similar que vive actualmente la Universidad Nacional, en donde la elección del nuevo rector no resultó de buen recibo por parte del movimiento estudiantil, propiciando las consabidas protestas que suelen presentarse en esta institución, con expresiones violentas y hasta toma de edificios. El rector designado ha dicho que no piensa renunciar “porque está en juego la autonomía universitaria”.

Las universidades colombianas, desde 1991, son territorios neutrales que constituyen sus propias formas de gobierno, bajo la mirada vigilante del Ministerio de Educación, las cuales defienden esta atribución consagrada en la Constitución Nacional. En ambos casos, Rosario y Nacional, ha existido el derecho al disenso, común en las instituciones de educación superior, en donde se debe privilegiar el diálogo como esa forma civilizada de llegar a acuerdos.

De tiempo atrás existen las asambleas estudiantiles y de profesores, un mecanismo de conversación abierto, legítimo y permanente que se establece en los claustros, principalmente, para acercar las diferencias. La rebeldía, característica propia de la juventud, debe mantener el espíritu de deliberación, y allí es donde radica la diferencia en las circunstancias presentadas en este episodio coincidente en dos instituciones centenarias, con una reputación académica y científica indiscutible así como un protagonismo en lo que, habitualmente, llamamos como ‘la actualidad nacional’.

Alejandro Cheyne, el rector renunciado, desestimó las críticas y denuncias a su gestión desde los privilegios de su posición, lo que a la postre le costó el cargo. “Hubo un problema de comunicación”, dijo su vicerrector y ahora rector encargado Gustavo Adolfo Quintero, en el diálogo abierto con profesores y estudiantes luego de la dimisión. El Rosario, un claustro en sentido estricto, avizora el cambio de reglas con las cuales se elige rector con el fin de atacar esa práctica corrupta de “tu me eliges, yo te nombro”, de la cual no escapan las instituciones privadas.

En el caso de la Nacional José Ismael Peña, el rector elegido, se muestra abierto al diálogo con sus contradictores y manifiesta que, de ser necesario, abordaría la posibilidad de modificar el proceso de selección. “Mi principal herramienta será crear mesas de diálogo”, dice. Dos formas antagónicas de enfrentar la misma amenaza: la autonomía en juego.

QOSHE - Cuando la autonomía está en juego - Luis Fernando Rueda
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Cuando la autonomía está en juego

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23.04.2024

Un meme, ese contenido digital que caricaturiza en una imagen un hecho o un personaje, resumió con acierto el desenlace de la situación tensa que se vivió al interior de la Universidad del Rosario, durante un par de semanas, que terminó con la renuncia de su rector. La publicación muestra el rostro de un joven, con expresión de sorpresa, acompañado de un texto que destaca el poder de los estudiantes y profesores quienes, sin lanzar una sola piedra, presionaron la salida del directivo.

La alusión está dirigida hacia el episodio similar que vive actualmente la Universidad Nacional, en donde la elección del nuevo rector no resultó de buen recibo por parte del movimiento estudiantil, propiciando las consabidas protestas que........

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