Un informe de La Silla Vacía reveló, la semana anterior, las intenciones que un grupo de exalcaldes de ciudades capitales tienen de mantenerse vigentes en la arena política, como alternativa desde las regiones, de cara a las próximas elecciones legislativas y presidenciales, en dos años.

Llama la atención que quien aparece actuando como vocero, y a la vez anfitrión de los acercamientos, es el exalcalde de la capital santandereana, Juan Carlos Cárdenas Rey, quien salió con más pena que gloria de su administración. La favorabilidad del entonces mandatario, en el epílogo de su gobierno, apenas le alcanzó para un 36 % según la última encuesta de Invamer, dada a conocer en diciembre último.

Las cuentas del portal informativo calculan que, entre los 22 exalcaldes convocados al apartamento de Cárdenas en Bogotá, suman mal contados cinco millones de votos. De esos, 141.768 le corresponderían al exgobernante bumangués, sufragios que realmente fueron endosados por su entonces mentor Rodolfo Hernández, quien seleccionó a dedo, de una lista de posibles sucesores suyos, al que era el más desconocido de todos.

No sabemos cuántos votos aportaría uno de los alcaldes más discretos que ha pasado por la administración de Bucaramanga. Sin embargo, fiel al eslogan con el que sus asesores en comunicaciones trabajaron durante su periodo, el entusiasta Cárdenas le respondió a La Silla qué los llevó a pensar en que, en dos años, él y sus nuevos ‘amiguis’, como el polémico exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, o el desprestigiado exmandatario de Cali, Jorge Iván Ospina, podrían ser una verdadera opción, casi como una tercería, en las siempre agitadas aguas de la política.

“Sabemos hacer. Conocemos un montón de temas que podemos aportar. Queremos aportar a la agenda nacional e ir a los territorios, independiente de las diferencias políticas, ahí hay tutifruttis, lo único que nos une es compartir esa experiencia al país”, respondió el embajador de las cumbias bumanguesas.

Buena descripción para el naciente movimiento, una mezcolanza de todo con todos, que dice trabajar por el ‘propósito Colombia’. Vaya uno a saber si resulta tan desabrida como terminó la lánguida alcaldía de Cárdenas. Ya veremos.