En medio de los graves y explosivos señalamientos realizados por el alcalde electo Jaime Andrés Beltrán, acerca de estar encontrando una administración municipal ineficiente y corrupta, resulta innegable concluir que la soledad con la que se retira el alcalde Juan Carlos Cárdenas es preocupante.

Es cierto que no todos los mandatarios salen bien librados de sus gestiones, y menos en estas épocas de redes y veedurías. Algunos se van muy criticados, otros con enemigos por doquier, otros tantos se despiden desde la cárcel y unos pocos son recordados con admiración. Su círculo se va cerrando poco a poco y hasta los lisonjeros y aduladores de ayer se empiezan a alejar del personaje. ¡Patético!

Cárdenas dejó de gobernar hace meses y eso le está pasando factura. Los resultados de la elección local, además, no le favorecieron en nada, entre otras porque ganaron sus principales contradictores. A Juan Carlos solo le servía que ganara cualquier candidato menos Beltrán o Parra, y curiosamente Beltrán y Parra fueron los triunfadores. Desde entonces su soledad viene en aumento, excepto por un par de funcionarios que lo están acompañando en su temporada turística de final de mandato.

Pero el problema no es ese, en realidad. El problema es que Cárdenas se está quedando solo para defenderse de todas las denuncias que se avecinan con ocasión de las conclusiones del empalme, según lo expresado por Beltrán en tono muy tendencioso: denuncias por presuntos hechos de corrupción, manejos operativos ineficientes, “una administración que se dedicó a los negocios y no a los proyectos de ciudad”. ¡Grave!

¿Y el único culpable es Cárdenas? No parece. Independientemente que en algunas materias estuvo mal asesorado o que su soberbia lo dominó, vale la pena preguntarnos por la responsabilidad atribuible a los concejales que siempre lo apoyaron, esos que en mayoría y con aplanadora le aprobaron absolutamente todo. Dicen que los concejales son la junta directiva del alcalde; y si el alcalde fue desastroso, entonces esos concejales fueron protagonistas del desastre, cómplices de la ineficiencia y la corrupción, también.

No es tan fácil el asunto. Varios de esos concejales seguirán en el cabildo y seguramente algunos de ellos van a formar parte de la coalición mayoritaria de Beltrán. ¡Ojo ahí!

Un alcalde solitario abandona la Alcaldía. Mejor el Cárdenas presidente de Asocapitales, mucho mejor, que el Cárdenas mandatario de los bumangueses.