La ciudad, lejos de ser una isla aislada, se entrelaza profundamente con los sistemas naturales que la rodean. Este vínculo ineludible se evidencia en cómo los elementos urbanos y la biodiversidad interactúan, creando un ecosistema único. Las urbes no son meros conglomerados de concreto y asfalto; son entidades vivas, respirando al ritmo de la naturaleza que las circunda.

Nuestra comprensión de las ciudades como entes separados de la naturaleza es un error que se paga caro. Fenómenos climáticos como El Niño y La Niña ilustran vívidamente esta vulnerabilidad. Estos eventos, que alteran patrones climáticos, tienen efectos devastadores en las áreas urbanas, desde inundaciones hasta sequías e incendios, como bien se ha evidenciado en los últimos días.

Estas crisis ambientales no solo afectan la infraestructura, sino que también golpean la economía y la vida cotidiana de los ciudadanos, revelando la fragilidad de nuestras construcciones frente a la fuerza de la naturaleza. La acción frente al cambio climático, por tanto, debe iniciar en las ciudades, no solo por ser las mayores contribuyentes a este fenómeno, sino también porque albergan a la mayor parte de la población mundial. Estos espacios urbanos, donde la densidad poblacional y las actividades industriales confluyen, generan significativas emisiones de gases de efecto invernadero. Por ende, las ciudades se convierten en escenarios clave para implementar estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.

Desde el ámbito de las políticas públicas, emergen alternativas innovadoras que buscan armonizar la ciudad con su entorno natural. La implementación de techos verdes, la promoción de la movilidad sostenible, la creación de corredores verdes y la inversión en infraestructura resiliente al clima son ejemplos palpables. Estas iniciativas no sólo atenúan los efectos del cambio climático, sino que también mejoran la calidad de vida de los ciudadanos.

Pensar Ciudad es propender al equilibrio dinámico con la naturaleza. La planificación urbana contemporánea debe enfocarse en crear espacios que no solo satisfagan las necesidades humanas, sino que también respeten y potencien los sistemas naturales. El reto es construir ciudades resilientes y sostenibles, donde el desarrollo urbano coexista armónicamente con el medio ambiente. En este esfuerzo, todos somos actores clave, desde planificadores y políticos hasta los ciudadanos, para lograr este equilibrio vital.

QOSHE - Opinion Ciudad sostenible - Roger Forero Hidalgo
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Opinion Ciudad sostenible

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05.02.2024

La ciudad, lejos de ser una isla aislada, se entrelaza profundamente con los sistemas naturales que la rodean. Este vínculo ineludible se evidencia en cómo los elementos urbanos y la biodiversidad interactúan, creando un ecosistema único. Las urbes no son meros conglomerados de concreto y asfalto; son entidades vivas, respirando al ritmo de la naturaleza que las circunda.

Nuestra comprensión de las ciudades como entes separados de la naturaleza es un error que se paga caro. Fenómenos climáticos como El Niño y La Niña ilustran vívidamente esta vulnerabilidad. Estos eventos, que alteran patrones........

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