Los metro-cables se han consolidado como una solución eficaz y sostenible para superar barreras físicas y socioeconómicas en zonas urbanas de difícil acceso. En ciudades como Bogotá, estos sistemas de transporte por cable aéreo han demostrado su capacidad para integrar a comunidades vulnerables, reduciendo significativamente los tiempos de desplazamiento y mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Al conectar barrios marginados con los centros urbanos, los metro-cables facilitan el acceso a oportunidades de empleo, educación y servicios de salud, impulsando el desarrollo social y económico de las áreas beneficiadas.

En el caso de Bucaramanga, la construcción de un sistema de metro-cable que conecte al norte y a Morrorico con el centro urbano no debe retrasarse más. Este proyecto es crucial para superar la segregación y promover una mayor equidad urbana. La experiencia de Medellín, donde el urbanismo ha sido fundamental para transformar la ciudad, debe servir de inspiración. Allí esta infraestructura fue parte de una estrategia más amplia que incluyó mejoras en el espacio público, equipamiento urbano, vivienda digna y programas sociales; lo que ha contribuido significativamente a la integración social, el mejoramiento de la calidad de vida en las comunidades más vulnerables y una reducción significativa en los índices de la que otrora supo ser la urbe más violenta del mundo.

Sin lugar a duda, el urbanismo con enfoque social fue uno de los pilares del aclamado “milagro Medellín”. Bucaramanga necesita adoptar un enfoque similar, donde el metro-cable sea un componente de un proyecto más grande de urbanismo social, que contribuya a una ciudad más inclusiva y justa.

Pensar Ciudad es reconocer que la infraestructura urbana es un factor clave para restablecerle sus derechos a quienes han sido históricamente marginados. El proyecto lleva lustros en los escritorios de los tomadores de decisión, pero no ha llegado a buen puerto, a pesar de tener el potencial de ser un catalizador de transformación social. Al priorizar iniciativas como esta no solo se mejora la movilidad urbana, sino que se promueve la cohesión social y se potencia el desarrollo económico. Ojalá esta nueva administración retome el proyecto en el diseño del próximo plan de desarrollo.