Estamos en negación. O quizás simplemente, sí, ya lo sabemos y lo aceptamos, pero no queremos hacer nada. La crisis climática no es sino el desenlace de una sucesión de hechos que empezó con la revolución industrial, se agravó con los descubrimientos físicos y químicos de principios de Siglo XX que alcanzaron su cúspide con la bomba atómica, y luego la paz plástica fingida de la post guerra. Todo nos llevó hasta lo que ahora es evidente: el planeta está cambiando, no se esta acabando, pero quizás las condiciones para que la especie humana lo siga ocupando, sí están desapareciendo.

En “Tasmania” (2022), un libro del italiano Paolo Giordano (1982) que lleva el título de un lugar que el autor no había visitado nunca, la amenaza apocalíptica de la extinción de especies, el cambio climático, las armas nucleares, el terrorismo y la decadencia de las civilizaciones humanas, guiadas ahora por valores que desechan o contradicen la supervivencia de la especie, van de la mano de la crisis matrimonial del protagonista y Lorenza, ambas narrativas cayendo a un abismo en el que van tropezando contra riscos que al mismo tiempo retardan y hacen más accidentada la caída.

Una novela que usa el recurso de dos hilos argumentales paralelos: la pasión de Giordano por la física y una realidad marital, doméstica, que va socavándose con la cotidianidad y por la dificultad para tener hijos. La combinación entre vicisitudes de pareja y un panorama crítico planetario ilustrado por las ciencias exactas, componen una lectura atrayente, formativa y de rebelde pesadumbre por lo que ya le hicimos a nuestro hogar cósmico.

Los fragmentos que narran las experiencias de individuos que estuvieron en los ataques nucleares de Hiroshima y Nagasaki, cuestiona sobre el papel de los científicos, los bordes éticos a veces maleables de sus mentes brillantes y cómo la política puede hacer de las maravillas del universo, una atroz catástrofe. Así como un mal director de orquesta puede desfigurar al más virtuoso músico. Quienes vieron “Oppenheimer”, ganadora del Oscar, pueden combinar perspectivas con este libro genial.

Giordano fue laureado por la “Soledad de los números primos” (2008), una extraordinaria e imperdible novela sobre adolescentes rotos que se hilvana con los números primos, que anunció la presencia de una notable figura de la literatura contemporánea que ahora nos regala Tazmania.