Durante el juicio tras los sucesos del 26 de Julio, Fidel reafirmó en su discurso algo que estaba concebido en el Programa del Moncada. El triunfo del gobierno revolucionario significaría solucionar de manera prioritaria los principales problemas que enfrentaba el país: la salud pública, la educación, la industrialización, el desempleo, la tierra y la vivienda.
Esta promesa se mantiene en Cuba y desde la Isla de la Juventud se constata como una de las obras más humanas de la Revolución.
Si partimos de cifras, el esfuerzo de instituciones y organismos que participan de manera directa en la edificación de nuevos techos para satisfacer necesidades de familias pineras ha sido esencial.
Al cierre del 2023 los constructores pineros lograron ubicarse por encima del 85 por ciento (%) del plan de terminación de viviendas y aunque son números alentadores urge imprimir superior ritmo al proceso constructivo.
A pesar de haberse cumplido el ciento por ciento del plan estatal con 82 % y en esfuerzo propio con 57, el talón de Aquiles lo tuvieron los subsidios, pues de 15 solo seis fueron terminados.
No podemos olvidar que estos se otorgan con financiamiento con cargo al presupuesto del Estado, a las personas naturales que carecen de solvencia económica, protegidas o no por la asistencia social, con la intención de realizar acciones edificativas, así como reparación y conservación de casas por esfuerzo propio.
Las razones del incumplimiento se relacionan con dificultades en el financiamiento y los altos precios de los materiales. Se suman la fuerza de trabajo y el poco protagonismo de empresas como Mantenimiento a Inmuebles y el Micons.
También influyó la poca disponibilidad de acero para la terminación de viviendas por concepto de subsidio.
Para el éxito de este programa en el 2024 urge identificar vulnerabilidades y organizar una estrategia de trabajo con los recursos reales, tanto el capital humano para ejecutar como los materiales para ello.
La meta es igual de ambiciosa y necesaria, 63 viviendas estatales, 67 por esfuerzo propio y ocho subsidios. Es claro que tributar al desarrollo del fondo habitacional pinero constituye prioridad, pero para ello en recorridos y reuniones debe analizarse con mano dura y óptica crítica qué impide avanzar, además de los materiales.
Es un obstáculo la carencia de materias primas para las distintas etapas de una construcción, por eso hay que trabajar fuerte en alcanzar mayores cifras en la producción local de materiales, en los áridos, madera, en barro para paredes…; resulta imprescindible buscar alternativas para no detenerse, entre ellas, exigir un mejor empleo de la ciencia e innovación.
Sumado a estos elementos, vital es contar con una fuerza de trabajo a la altura de una tarea tan humana y revolucionaria. Reconocemos el aporte de mipymes y empresas, pero los números hablan por sí solos.
El programa de la vivienda sigue enfrentando desafíos, urge la participación de todos los actores de la economía, junto al movimiento Sentir Pinero que constituye un imprescindible motor impulsor en el municipio.
En medio de las limitaciones financieras y las proyecciones del Gobierno cubano para reimpulsar la economía en este año, por su extraordinario impacto social, es hora de que este programa de vocación humanista y que persigue la edificación de espacios seguros y saludables, dé un vuelco radical, en especial en los subsidios, política que favorece a los estratos más vulnerables de la sociedad.
Inteligencia colectiva, experiencia acumulada y la voluntad de salir adelante tienen que caracterizar cada obra. Dejar de buscar soluciones ante las adversidades no es una opción, crecerse pensando siempre en el pueblo: sí.
Con la voluntad de salir adelante
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05.02.2024
Durante el juicio tras los sucesos del 26 de Julio, Fidel reafirmó en su discurso algo que estaba concebido en el Programa del Moncada. El triunfo del gobierno revolucionario significaría solucionar de manera prioritaria los principales problemas que enfrentaba el país: la salud pública, la educación, la industrialización, el desempleo, la tierra y la vivienda.
Esta promesa se mantiene en Cuba y desde la Isla de la Juventud se constata como una de las obras más humanas de la Revolución.
Si partimos de cifras, el esfuerzo de instituciones y organismos que participan de manera directa en la edificación de nuevos techos para satisfacer necesidades de familias pineras ha sido esencial.
Al cierre del 2023 los constructores pineros lograron ubicarse por encima del 85 por ciento (%) del plan de terminación de viviendas y aunque son números alentadores urge imprimir superior ritmo al proceso constructivo.
A pesar........
© Victoria
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