¿La noche de los cristales rotos? ¿Y para qué escribir si continúa la matanza? Un ángel mira al pasado del hombre y ve el montón de ruinas y escombros; una fuerza lo empuja al futuro con la idea del progreso, pero no cesan los escombros.

La noche de los cristales rotos es un hecho considerado como uno de los mayores pogromos contra los judíos: violencia, destrucción, asesinatos, deportaciones, manos de alemanes rompiendo las manos de otro pueblo. Pero todo no comenzó en una noche.

Después de la Primera Guerra Mundial se armó la leyenda de que los judíos eran responsables por la derrota de Alemania. Al llegar Hitler al poder, en 1933, se reforzó la propagada contra los judíos, excluidos de derechos civiles y odiados en aquella tierra donde habían levantado fortuna y familias. Se alzaban las consignas: “¡Judíos, fuera de Alemania” ¡Iros a Palestina! Y llegaron las deportaciones.

El siete de noviembre de 1938 un joven de origen judío, dicen que, desesperado por la situación de sus padres en Alemania, dispara contra el funcionario alemán Ernst Von Rath en la embajada de ese país en Francia. Dos días más tarde, después de la cinco de la tarde, muere.

En la noche del nueve de noviembre hay una respuesta brutal por las fuerzas del nazismo: Son asesinados más de 100 judíos, quemadas y destruidas las sinagogas, atacados más de 7 000 negocios, deportados más de 30 000 judíos. Al día siguiente hay olor a vida quemada, humo en las paredes de las sinagogas, mujeres violadas, muchos cristales rotos. Nunca más podrían dormir en paz los judíos en Alemania. Era el aviso de la pesadilla que estaba por venir con el exterminio en las cámaras de gas y la muerte.

Un ángel mira al pasado del hombre y ve el montón de ruinas y escombro…; el siete de octubre de 2023, fuerzas del grupo Hamas dan un golpe brutal a Israel, mueren personas inocentes. Odio sembrando odio en el arenal de la historia.

La respuesta del Estado de Israel borra la vida en la franja de Gaza y ya van más de 30 000 muertos. Vuelvo a leer los escombros de una historia y dice que en la noche de los cristales rotos son deportados 30 000 judíos. Ahora mueren más de 30 000 palestinos en Gaza. Si Alemania expulsaba a los judíos, ahora otro Estado grita. “¡Fuera los palestinos de Palestina, iros a…!” Ponga usted el país o el sustantivo. Parece que ya no hay lugar, solo un lápiz de guerra con una enorme goma para borrar de la tierra a un pueblo.

Hay más noches con cristales rotos y aviones vomitando fuego sobre los techos donde duermen otros niños que no entienden por qué se rompen las ventanas, por qué hay más muertos que juguetes.

Los poderosos se muestran los dientes. Nunca la humanidad vivió tiempos tan peligrosos, con estadistas que no piensan con entrañas de humanidad. Se prepara el holocausto final. Quemarlo todo. Hay 12 000 ojivas nucleares. Israel ataca el consulado iraní en Damasco. Los hombres se achujan como perros, listos para devorarse en medio de la noche. Y no hay vencedores, solo cristales rotos. ¿Para qué hablar de cristales rotos si continúa la matanza? ¿Por qué callar ante tanta vida que por el odio se destruye? Un ángel mira al pasado del hombre y se asusta.