El método no es nuevo, pero en haberlo pinerizado justo ahora -en el momento más oportuno- estriba todo su valor. Lo actualizaron Francisco Hernández Rodríguez “Paquito” y su hijo Frank Enrique, ambos ingenieros agrónomos. Fue en el antiguo centro experimental La Granjita, donde residen.

Supieron aprovechar un recurso, la arena sílice, que siempre estuvo presente, abundante por cierto, pero no relacionada con la papa. Como mineral, se trata del óxido o dióxido de silicio –una de las formas en que aparece el cuarzo–, y forma campos de arenas muy blancas en la zona de Los Indios, al oeste del poblado La Victoria. Constituye otra de las tantas riquezas pineras, con explotación mínima. Sin embargo, en el mundo es altamente demandada para la fabricación de vidrios, cerámicas o cementos.

La arena sílice se utiliza para la fabricación de mallas isotérmicas, o sea, que no permiten la trasmisión del calor… apunte usted este dato, es una de las claves en el experimento que estamos relacionando.

Con frecuencia se la utiliza también por sus propiedades desecantes: quita la humedad del lugar en que se encuentra. Por eso aparece, como un saquito de gel, en los estuches de aparatos ópticos o electrodomésticos.

Y el cuarzo tiene la propiedad de pulsar a un mismo ritmo, a frecuencias altísimas, pero sin variación alguna; como un marcapasos, estabilizando todo alrededor.

Por otra parte, en la agricultura ancestral siempre se buscó conservar los tubérculos de un año para otro, como semilla. La variante más costosa y moderna es preservarlos en refrigeración. Cuando todavía no era posible este recurso, se empleaba uno muy sencillo aunque no tan efectivo. En lugar seco, fresco y ventilado se ponía una capa de aserrín y encima, bien distribuidos y sin contacto unos con otros, una capa de tubérculos que luego se cubrían con otra del mismo aislante. Así, piso sobre piso, hasta la altura en que el peso de la última camada no dañara a las que estaban debajo.

En La Granjita sustituyeron el aserrín por arena sílice y los resultados fueron espectaculares. La papa se conservó de un año para otro, sin fruncirse ni retoñar; en condiciones óptimas. Esto permite tener la semilla a tiempo y escalonar las siembras. De las 12 caballerías que necesitamos para tener papa todo el año en el mercado, ahora se tiene la llave para hacerlo en tres etapas. Podemos plantar un tercio como temprana, uno en el momento óptimo y el último como cosecha tardía.

Encontrada la solución y disponiendo de tanta arena sílice como haga falta, la Empresa Agroindustrial pinera tiene, con esto, una solución maestra que puede y debe ser generalizada al resto del país. Al mismo tiempo, no es descartable la posibilidad de que surjan una o varias cooperativas agropecuarias o mipymes que -enteradas de la noticia- se dediquen también a la conservación de la papa como semilla. Renglón económico muy atractivo, conveniente y merecedor de máxima prioridad.

QOSHE - Papas para todo el año y con semilla propia - Wiltse Javier Peña Hijuelos
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Papas para todo el año y con semilla propia

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16.01.2024

El método no es nuevo, pero en haberlo pinerizado justo ahora -en el momento más oportuno- estriba todo su valor. Lo actualizaron Francisco Hernández Rodríguez “Paquito” y su hijo Frank Enrique, ambos ingenieros agrónomos. Fue en el antiguo centro experimental La Granjita, donde residen.

Supieron aprovechar un recurso, la arena sílice, que siempre estuvo presente, abundante por cierto, pero no relacionada con la papa. Como mineral, se trata del óxido o dióxido de silicio –una de las formas en que aparece el cuarzo–, y forma campos de arenas muy blancas en la zona de Los Indios, al oeste del poblado La Victoria. Constituye otra de las tantas riquezas pineras, con explotación mínima. Sin embargo, en el mundo es altamente........

© Victoria


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