Torres, el presidente del BBVA, quiere comprar el Sabadell. No se trata de una fusión pura sino de una adquisición, una absorción. Que además se plantea a iniciativa del que compra y parece que con sorpresa para la contraparte.

Una operación se podría hacer, teóricamente, de manera amistosa u hostil. Si uno opta por la primera opción, lo aconsejable es no actuar por sorpresa sino con largas conversaciones previas y con paciencia en la búsqueda de acuerdos. Desde luego, no parece muy aconsejable, en esta vía, empezar mandando una carta con los términos de la operación…

La otra opción es que esto acabe en una OPA hostil. Hay que decir que pocas veces triunfan ese tipo de acometidas en el sector bancario. Y que, en todo caso, exigiría a Torres, o mejor a los accionistas del BBVA, un precio muy exigente. Y ni siquiera habría muchas posibilidades de éxito. Porque el Sabadell, sin duda, se defendería.

En cualquier caso, Torres ha ofrecido comprar el Banco Sabadell por un precio muy superior (alrededor de cuatro veces) al que no aceptó hace algo más de tres años. Parece de chiste, aunque no lo sea. ¿Cómo es esto posible? Varios factores lo explican.

Para empezar, el Banco Sabadell de hoy tiene menos riesgos y está financieramente mejor que el de 2020. Hemos superado la crisis del Covid y, sobre todo, la época de tipos de interés cero o negativos, lo que ha aumentado notablemente su precio. Por tanto, hoy se puede pagar más por él. Lo que no es óbice para pensar que, si Torres lo hubiera comprado entonces, habría logrado que el BBVA se beneficiase de esa generación de valor.

Además, por el camino, BBVA ha lanzado una OPA sobre el banco turco Garantí, que ahora controla en su casi totalidad. Un banco con muchos riesgos por el entorno en que desarrolla su actividad. Que, últimamente, cada año gana menos dinero en euros. La realidad es que BBVA entró en Turquía hace ya 14 años (en mi opinión, una desafortunada decisión del anterior presidente, ejecutada precisamente por Torres aquel año) y, al día de hoy, lo que tenemos es una inversión que no ha ganado valor. Son muchos años de lucro cesante. Pues bien, Garantí pesa mucho en el BBVA y les conviene diluir ese riesgo, por lo que la compra de Sabadell ayudaría para ello. Lo mismo puede decirse por cierto de otras inversiones que pudieron y debieron vender hace años y no lo hicieron, por ejemplo, Venezuela y Argentina, que son un lastre.

Adicionalmente, la situación de BBVA en España no muestra las mejores ratios financieras si las comparamos con otras entidades y la compra del Sabadell le vendría como anillo al dedo.

Por último, BBVA ofrece el pago en papel, con sus propias acciones. Y, aunque no han subido de precio tanto como las del Sabadell, también lo han hecho. Por lo que el coste real no se multiplicaría tanto como parece a primera vista. Ello en el supuesto de que la operación se hiciera realmente con papel, que ya veremos…

Por supuesto, ambos bancos son complementarios, habrá importantes sinergias, se dañará la competencia, aunque no creo que se prohíba la operación, y habrá cierres de oficinas y reducción de plantilla. Pero todo esto no es el objeto de este comentario.

Sino que, tras haber visto la operación desde el punto de vista del oferente, me interesa ahora contemplarla también desde la óptica del supuestamente comprado.

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, y su equipo de gestión, han logrado que un banco que llegó a cotizar en 2020 al 20% de su valor contable, o en ese entorno, valga ahora cerca del 80% del mismo y, con la oferta, incluso se llegue a pagar al 100% de su valor contable. Un claro éxito.

Hay que tener en cuenta que el Sabadell, como otros bancos españoles, aprovechó la larga etapa de tipos negativos para hacer los deberes de manera bastante provechosa. Llevó a cabo reestructuraciones operativas, bajando los costes de explotación. Mejoró tecnológicamente y se digitalizó, de manera que hoy se hacen muchas operaciones digitales con poco coste. Saneó su balance, reduciendo los saldos de mora y vendiendo activos adjudicados. Y rentabilizó la filial británica TSB. Hoy es capaz de ganar dinero bien, como fruto de todo ese trabajo. Y también, por supuesto, debido a que los tipos han subido. Pero, aun cuando bajen, no van a volver a donde estuvieron. Yo, particularmente, no veo que el tipo de depósito del BCE (ahora en el 4%) vaya a irse más debajo de quizás el 2,5% como límite inferior, que tampoco durará para siempre. Y, con ese nivel, los bancos españoles seguirán obteniendo buenos beneficios. Por otra parte, el negocio no está creciendo apenas ahora, pero esto tampoco será eterno.

El Sabadell es hoy una entidad con resultados crecientes, que aspira a ganar tamaño y consolidarse. Y lo veo más como comprador que como comprado.

Si el BBVA quiere comprar, es que el Sabadell es negocio. Y si lo es, sus accionistas solo deberían vender si el precio es irresistible.

¿Lo es una oferta de pago en papel de un banco como el BBVA cuyo precio ha marcado hace poco máximos históricos de precio (teniendo en cuenta dividendos)? De una entidad como el BBVA, mal diversificada, y con los riesgos inherentes a su concentración en México y España mientras el resto arroja bastantes dudas.

El Sabadell tiene ahora un proyecto atractivo. Creo que un precio irresistible exigiría mucha prima sobre el precio actual real (no promedios) y no un mero pago en papel, sino efectivo contante y sonante. Pero el BBVA se ha gastado por el camino lo que obtuvo al vender el negocio en USA, en Garantí y en muchas recompras de acciones, y ahora tendría que hacer una ampliación de capital para poder pagar en efectivo a los accionistas del Sabadell. Una OPA hostil no sería nada sencilla para BBVA…

QOSHE - Torres y el Sabadell - Carmelo Tajadura
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Torres y el Sabadell

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03.05.2024

Torres, el presidente del BBVA, quiere comprar el Sabadell. No se trata de una fusión pura sino de una adquisición, una absorción. Que además se plantea a iniciativa del que compra y parece que con sorpresa para la contraparte.

Una operación se podría hacer, teóricamente, de manera amistosa u hostil. Si uno opta por la primera opción, lo aconsejable es no actuar por sorpresa sino con largas conversaciones previas y con paciencia en la búsqueda de acuerdos. Desde luego, no parece muy aconsejable, en esta vía, empezar mandando una carta con los términos de la operación…

La otra opción es que esto acabe en una OPA hostil. Hay que decir que pocas veces triunfan ese tipo de acometidas en el sector bancario. Y que, en todo caso, exigiría a Torres, o mejor a los accionistas del BBVA, un precio muy exigente. Y ni siquiera habría muchas posibilidades de éxito. Porque el Sabadell, sin duda, se defendería.

En cualquier caso, Torres ha ofrecido comprar el Banco Sabadell por un precio muy superior (alrededor de cuatro veces) al que no aceptó hace algo más de tres años. Parece de chiste, aunque no lo sea. ¿Cómo es esto posible? Varios factores lo explican.

Para empezar, el Banco Sabadell de hoy tiene menos riesgos y está financieramente mejor que el de 2020. Hemos superado la crisis del Covid y, sobre todo, la época de tipos de interés cero o negativos, lo que ha aumentado notablemente su precio. Por tanto,........

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