A ver, no es tan grave que la Agencia de Colocaciones Sánchez y Asociados coloque a una de los suyos como jefaza de ese mastodonte llamado RTVE. Total, el prócer solo ha puesto digitalmente a 1.600 asesores y altos cargos, como informábamos ayer en este diario. Ciento treinta millones de euros nos cuestan esos coros y danzas, pero, ¿eso qué es? Eso no es ná, Shiqui, que diría nuestra María Jesús Montero. Lo que pasa es que según dónde los pongas se nota más el compadreo, los padrinos que te hacen una oferta que no puedes rechazar y el despiporre de esta España en la que ocupas un despacho no por lo que vales sino por tu carné.

Digo esto a propósito del nombramiento de Doña Concepción Cascajosa, a la sazón nueva directora interina de la Corporación audiovisual pública. Sus antecedentes me hacen dudar más que Los Panchos. Hay quien opina que de no haberse metido en politiqueos igual habría podido hacer carrera; hay quien, por el contrario, hay quien opina que sacó una porquería de nota en aquel concurso de Magia Borrás que se sacó de la manga el Ente – un dos y algo, creo – y que en lo único que destacó fue en la cosa de género y tal. De esas cosas algo sabrá, porque ha sido presidenta del Observatorio de Igualdad de la tele y la radio públicas. Como ahora, ya de jefaza máxima, le dé por el vocabulario inclusivo con el ellos, ellas y elles los telediarios van a durar una jartá.

La cosa viene del duelo en el OK corral que tuvieran la ya ex directora Elena Sánchez que fue, llegó, cesó al director de contenidos, José Pablo López y al momento, ¡patapam!, un consejero de Unidas Podemos, Podríamos o Pudimos, el camarada Roberto Lakidain pidió el cese de la señora Sánchez. Cesáronla y, hala, a otra cosa mariposa. O sea, de interina a interina y tiro porque me toca. Al Consejo le han dado una poda que ni los árboles del Retiro, quedando reducido a ocho. Ustedes verán si esto no es un sinvivir, acudir a una reunión donde entras mandando y saliendo por la puerta de toriles con la parabólica agachada. La cosa queda así: tres consejeros a propuesta del PP, dos a propuesta del sanchismo rampante, dos de Unidas Pudimos y ya ves como andamos, y uno a propuesta del PNV, razón social actual de Herederos de Sabino Arana. Calma y sosiego, el frente impopular sigue teniendo mayoría.

Cuentan que todo tiene su origen en el famoso contrato de Broncano del que ya les hablé hace unos días y de las condiciones draconianas que imponía la productora El Terrat. Y venga a ordeñar la vaca los mismos de siempre, que la casa es grande y no repara en gastos. Todo este carajal provoca en el popular Borja Sémper la preocupación de que “La gobernanza – de Cascajosa, se entiende – no esté bajo la sombra de sospecha de la influencia política”.

Hombre, ¿sospecha, de una señora que se jacta de ser militante socialista, que no pasó el corte del concurso público para ocupar el cargo al que ahora ha llegado merced al dedo áulico de Sánchez? Ay, don Borja, don Borja, que estos le pondrán el mejor día a Bolaños de presentador del telediario y usted todavía andará sospechando.