Leí en una nota de prensa la palabra “arúspice” y a los pocos días, en otra, la locución “nudo gordiano”. Son expresiones que casi nadie entiende. ¿Por qué usarlas? Ava Lavinia Fez H., B/quilla

También leí esas notas. Las dos locuciones son válidas y están correctamente empleadas, lo que es trascendental cuando se trata de cultismos, como en estos casos. Se llama ‘cultismo’ una palabra o una expresión, casi siempre proveniente del griego o del latín, que por vía científica, intelectual o literaria se ha integrado a una nueva lengua. Conservada la fonética de su idioma original o asimilada la del nuevo, un cultismo, por lo general, se difunde mediante textos escritos. Ahora bien, hay escritores tan inflexibles, tan estrictos que, por estilo o por principio, no le hacen concesiones al lector, y emplean cultismos con profusión o palabras de uso restringido o reservadas para círculos científicos o artísticos. Les da lo mismo que el lector común entienda o no; consideran que eso está más allá del hecho creador. Al respecto, es célebre la disputa entre dos premios nobel estadounidenses, William Faulkner y Ernest Hemingway, en la que el primero se fue lanza en ristre contra el segundo porque este escribía con palabras comprensibles y fáciles. La cosa fue así: en abril de 1947, Faulkner fue invitado a ofrecer una conferencia en la Universidad de Misisipi, seguida de una sesión de preguntas y respuestas. Cuando un estudiante le preguntó cuáles eran los escritores estadounidenses contemporáneos más grandes, Faulkner los enumeró en este orden: Thomas Wolfe, John Dos Passos, Ernest Hemingway, Willa Cather y John Steinbeck. Y cuando le pidieron que se incluyera en la lista se puso, quizá en alarde de falsa modestia, en el segundo lugar, detrás de Wolfe, el único que entonces había fallecido (Willa Cather moriría muy pocos días después), es decir, se situó como el más importante de los escritores vivos. Al hablar de los autores de su lista, aludiendo a la prosa sencilla, poco adornada y sin artificios de Hemingway, dijo de este: “… no tiene coraje. Nunca ha usado una palabra que haga que el lector acuda a un diccionario”. Cuando se enteró, Hemingway dijo: “Pobre Faulkner. ¿De veras cree que las grandes emociones surgen de palabras desconocidas? ¿Cree que no conozco esas palabras altisonantes? Las conozco de sobra. Pero hay palabras más viejas y simples, y esas son las que uso. ¿Has leído su último libro? Es todo escritura de borracho, claro. Pero antes era bueno. Antes de las borracheras o de cuando aún las tenía bajo control”.

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Cultismos y Faulkner y Hemingway  | Columna de Enrique Dávila Martínez

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20.04.2024

Leí en una nota de prensa la palabra “arúspice” y a los pocos días, en otra, la locución “nudo gordiano”. Son expresiones que casi nadie entiende. ¿Por qué usarlas? Ava Lavinia Fez H., B/quilla

También leí esas notas. Las dos locuciones son válidas y están correctamente empleadas, lo que es trascendental cuando se trata de cultismos, como en estos casos. Se llama ‘cultismo’ una palabra o una expresión, casi siempre proveniente del griego o del latín, que por vía científica, intelectual o literaria se ha integrado a una nueva lengua. Conservada la fonética de su idioma original o asimilada la del nuevo, un cultismo, por lo........

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