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Desde siempre el azúcar y/o el endulzante en las bebidas ha sido un gran aliado. No obstante, con el paso a la concientización de la salud y la alimentación saludable, su presencia se redujo, incluso reemplazó con diferentes tipos de azúcares y mieles disponibles para el consumo humano. De ellos, que varían en composición y efectos, es bueno conocer su capacidad para desencadenar inflamación en el cuerpo, a efectos de tener en cuenta cuál de ellos puede ser menos perjudicial.

El azúcar o sacarosa, que es de los más comunes, se compone de una molécula de glucosa y una de fructosa, unidas entre sí (50-50), que al consumirse, las enzimas en el intestino la descomponen para ser absorbidas en el torrente sanguíneo. Este proceso, que es rápido, genera picos de glucosa en sangre cuando hay un consumo en exceso, por lo que la OMS sugiere restringir la ingesta de azúcares añadidos a menos del 5 % de la ingesta calórica total diaria (unos 25 gramos o aproximadamente 6 cucharaditas en una dieta de 2000 calorías).

La miel de abejas, por otro lado, como endulzante natural producido por las abejas a partir del néctar de las flores, está compuesta de una mezcla de glucosa y fructuosa (50-50), así como pequeñas cantidades de otros azúcares y compuestos beneficiosos como vitaminas, minerales y antioxidantes -relación que varía dependiendo de la fuente floral, pero generalmente es similar a la del azúcar de mesa-, las procesa el cuerpo de la misma forma.

Aparejado a lo anterior, se encuentra la miel de agave, jarabe dulce producido a partir del agave, una planta suculenta originaria de México y América del Sur, que a diferencia de la mencionada tiene una proporción más alta de fructosa en relación con la glucosa (70-30), se promociona como una alternativa más saludable debido a su bajo índice glucémico y, con ello, menos impacto en los niveles de azúcar en sangre, por su alto contenido de fructosa, que resulta mas compleja de procesar por el hígado, debe ser consumida con moderación.

Así mismo, el jarabe de maíz de alta fructosa (HFCS), edulcorante líquido comúnmente utilizado en variedad de alimentos procesados, contiene una mayor proporción de fructosa en comparación con la glucosa (55-45), razón por la cual se le ha asociado con un mayor riesgo de obesidad, resistencia a la insulina y otros problemas de salud cuando se consume en exceso, contribuyendo a la inflamación crónica.

Finalmente, la Stevia, como endulzante natural de las hojas de la planta Stevia rebaudiana, no contiene ni glucosa ni fructosa, por lo que tiene un impacto mínimo en los niveles de azúcar en sangre y se convierte en una excelente alternativa.

QOSHE - ¿Miel o azúcar? - Alberto Enrique Pacheco
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¿Miel o azúcar?

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30.04.2024

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Desde siempre el azúcar y/o el endulzante en las bebidas ha sido un gran aliado. No obstante, con el paso a la concientización de la salud y la alimentación saludable, su presencia se redujo, incluso reemplazó con diferentes tipos de azúcares y mieles disponibles para el consumo humano. De ellos, que varían en composición y efectos, es bueno conocer su capacidad para desencadenar inflamación en el cuerpo, a efectos de tener en cuenta cuál de ellos puede ser menos perjudicial.

El azúcar o sacarosa, que es de los más comunes, se compone de una molécula de glucosa y una de fructosa, unidas entre sí (50-50), que al consumirse, las enzimas en el........

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