Caminar es una de las formas más simples y efectivas de hacer ejercicio; no requiere equipo especializado ni afiliaciones costosas, tan solo un par de zapatos cómodos y la motivación suficiente para dar el primer paso; como contraprestación, si se hace regularmente, trae beneficios significativos para la salud física y mental.
Por ejemplo, mejora la salud del corazón y los vasos sanguíneos, regula la presión arterial y disminuye los niveles de colesterol, lo que fortalece el sistema cardiovascular, reduciendo la probabilidad de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Adicionalmente, aumenta el gasto energético, mejora el metabolismo, convirtiéndolo en un método accesible para mantener un peso saludable; de hecho, investigaciones han demostrado que si se realiza después cada una de las comidas regula los niveles de azúcar en la sangre, previniendo los picos de insulina.
Por otro lado, pese a que es de bajo impacto, dado que es un ejercicio que involucra múltiples grupos musculares incluyendo piernas, glúteos, abdominales y espalda, fortalece y tonifica los músculos, mejora la densidad ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis.
Aunado a ello, si la caminata se efectúa al aire libre, permitiendo disfrutar el entorno natural, reduce el estrés, la ansiedad y los síntomas de depresión, fuera de la liberación normal de endorfinas y neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales, mejorando el estado de ánimo. Lo anterior significa que es un excelente método para desconectarse de las preocupaciones diarias y recargar energías, que, a la larga redunda en la calidad del sueño, contribuyendo a la sensación general de bienestar y vitalidad.
Esto último sin dejar de lado que, caminar aumenta los niveles de energía y mejora la concentración, por lo que, un breve paseo durante el día sirve para combatir la somnolencia y aumentar la productividad.
Estudios han demostrado que las personas que caminan regularmente tienden a vivir más tiempo y logran una mejor calidad de vida en la vejez. La actividad física regular ayuda a prevenir enfermedades crónicas asociadas con el envejecimiento, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la demencia. En términos prácticos, la OMS sugiere que los adultos caminen al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana, para cumplir con estas recomendaciones mínimas de actividad física. De allí que caminando de forma vigorosa 10 minutos después de cada comida logramos ese objetivo.
Opinion Los 10.000 pasos
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12.03.2024
Caminar es una de las formas más simples y efectivas de hacer ejercicio; no requiere equipo especializado ni afiliaciones costosas, tan solo un par de zapatos cómodos y la motivación suficiente para dar el primer paso; como contraprestación, si se hace regularmente, trae beneficios significativos para la salud física y mental.
Por ejemplo, mejora la salud del corazón y los vasos sanguíneos, regula la presión arterial y disminuye los niveles de colesterol, lo que fortalece el sistema cardiovascular, reduciendo la probabilidad de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Adicionalmente, aumenta el........
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