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Sorayda Peguero IsaacEl Espectador |
El otro día, cuando alguien se refirió a mí como “melómana”, levanté la ceja izquierda y viré la boca pa’ la derecha. Según el...
Se presentó como una lectora de este espacio que espera que pueda ayudarla con un consejo. Como hacen los médicos cuando están ante un caso alejado...
Las flores de la acacia de Persia parecen vestidas para un ballet de Chaikovski. Míralas bien y dime si no te hacen pensar en vaporosas faldas de...
A José Alberto Martínez, Betto, mi querido compañero de página. El techo de su estudio tenía un espacio desconchado. Alrededor del cráter de...
La comitiva esperaba impaciente que alguien apareciera detrás del portón. En otra época, el timbre de la puerta principal era la distracción de...
Sugerí que entráramos en el cine. La sala de un cine es buen lugar para atenuar los síntomas de un disgusto. Te empeñaste en ver la nueva de Wim...
Cuando el marido de doña Tulia aceptó un contrato para trabajar en Venezuela, ella decidió que en ese viaje se iban los dos o no se iba ninguno....
Lo puso en mis manos diciendo que era el libro más hermoso del mundo. Me sorprendió que una frase tan rotunda saliera de una mujer que lee y escribe...
En la introducción de “El atroz redentor Lazarus Morell”, Jorge Luis Borges le adjudicó más de 18 consecuencias a la llegada de los negros a...
El sol empieza a languidecer sol empieza languidecer y el parque se llena de niños y palomas pedigüeñas. Los niños corren, se zafan de las manos...
Lo llamábamos el tanque mágico. Era un cilindro de cartón duro que contenía ropa de mujer que ya no se usaba. Los días de lluvia mi mamá dejaba...
A María Matilde Rodríguez Las cajas siguen llegando con festiva puntualidad. Recibimos la primera en 2018. La trajeron con un lazo de rafia y una...
Mi incursión en el tráfico de influencias empezó en la escuela primaria. Iba a la oficina de dirección y pedía la llave del baño que era...
Que J. acuda puntual a nuestra cita me parece increíble. Cuando el reloj marca las ocho, D. y yo coincidimos con él en la puerta del restaurante....
Ella estaba sentada en una butaca del Madison Square Garden cuando Rubén se acercó tendiéndole la mano. No le dijo a dónde la llevaba. Mientras...
Resulta curioso que Picasso tuviera manos de dedos finos. Cuando coloco mi mano sobre la huella de la suya, impresa en la contraportada de un...